Memoria siempreviva

Primero sembrar para luego cosechar. Hace diez años desde el Gobierno vasco empezamos a sembrar por los ayuntamientos la siempreviva, la flor perenne, como símbolo que recuerde a todos los que faltan porque fueron injustamente asesinados. La empezamos a extender por los municipios. Luego decidimos buscar un día en el calendario en el que nadie tuviera que llorar en un cementerio el aniversario de esa injusta ausencia para llenar esa fecha de memoria. Diez años después, hemos visto el final del último reducto terrorista. Pero no queremos que ese final diluya el dolor en tantos hogares, y recuperamos la siempreviva como una necesidad de rearme ético de la sociedad vasca. (más…)

Seis meses

Seis meses

Éramos como el sediento de Antonio Machado, veíamos el agua correr y lamentábamos que nuestra sed no la calmaba el agua. Teníamos sed de libertad.

La Tierra sigue girando y la vida no es siempre un camino de rosas, la existencia de cualquiera está salpicada de pequeños dramas y tragedias, pero la espita de la fuente que nos concierne se abrió un poco más el pasado 20 de octubre, hace exactamente seis meses. No fue una tarde-noche de grandes celebraciones, no bebimos a borbotones, no conviene atragantarse.

Asumimos la nueva tesitura con alivio y cierta alegría, dejamos en el suelo una pesada mochila que nos acompañaba desde hace décadas, aunque no la perdemos de vista. Toca trabajar y alcanzar consensos para que la persiana se baje definitivamente, para cerrar tantas cicatrices, tanta herida y tanta llaga, en la piel y en el alma. En ello estamos. Hacemos camino al andar.

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Idoia, en la red

                         

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