Suspenso
Ha pasado la comparecencia. Ha pasado el trance. El Gobierno cumple. Va al Parlamento y, como está obligado, ha explicado el informe de Evaluación Diagnóstica. Y cuando la totalidad de los indicadores bajan, cuando se deberían tomar decisiones, el Gobierno ha tomado nota. Que le gustaría otra cosa, que los resultados no tienen la “evolución positiva que sería deseable”, eufemismo para disimular un claro deterioro de nuestro sistema educativo, y que “tenemos que tomar medidas”, como máxima concesión cuando se ve apremiada la consejera. Pero de esto no se ha hablado en los mil días redondeados de balance, no. Para el Gobierno, lo de la Evaluación ha sido un mal trago que no debe enfangar la campaña. Para nosotros, lo visto con este informe es el broche indeseado de una legislatura perdida de un Gobierno resignado: el suspenso. (más…)
Excelentes becas
Muchos niños y niñas que lo eran en los años 50, 60, 70 y 80 lo recordarán. Entonces no tenían garantizada la educación pública y de calidad. Quien podía, se la pagaba. La mayoría de sus padres y madres no habían podido acceder a la enseñanza superior e hicieron todos los esfuerzos que pudieron en sus precarias economías para que sus descendientes tuvieran la oportunidad que ellos no habían tenido. Si llegaban las buenas notas a final de curso, el esfuerzo se repetía para hacerles ver que eso era lo que esperaban de ellos. Después, este sistema ahora tan denostado hizo posible que cualquier niño o niña residente en nuestro país tuviera acceso a la Educación sin discriminación de sexo, raza, o situación económica. Y que ese derecho les ofreciera iguales oportunidades. En Euskadi, se añadió la garantía para que el euskera fuera en un idioma normalizado para adquirir conocimientos, en aquella batalla tan intensa que le correspondió lidiar a Fernando Buesa como consejero y que culminó con la integración de las ikastolas. A aquella batalla le acompañó la de la apuesta por la innovación, la investigación, la búsqueda del talento universitario para que los mejores apostaran por Euskadi.
Idoia, en la red
