Donostia toma con garra la bandera de la convivencia con un vehículo, la cultura. Se convierte en el faro de la paz en Europa en este 2016 y llena sus espacios con las palabras “derechos humanos”, “solidaridad”, “diversidad”. Lo hace en un día en que la misma Donostia recuerda a uno de sus vecinos, de sus representantes, a Gregorio Ordóñez, víctima de quienes tantos años negaron a los vascos la paz, la convivencia, la pluralidad. Este 23 de enero es un símbolo de cómo una sociedad dobla el pulso a quienes quisieron imponer una forma única de entender Euskadi hasta conseguir que las diferentes formas de sentirse vasco se expandan con libertad. (más…)