También parecía que estaba hecho. Y, como en tantos otros derechos que creíamos definitivamente ganados, como en tantas libertades que aparentaban estar asentadas, el respeto a las libres decisiones de las mujeres, a su dignidad y a la igualdad era un territorio en el que quedaba bastante por hacer. La crisis ha ido dejando ver muchas de las lagunas, está dejando ver que ellas son el rostro mayoritario de la pobreza, de quienes están en riesgo de exclusión, y que hay quienes ni siquiera tienen pudor en mostrar en público que creen que esa desigualdad es el orden natural de las cosas, que se debe asumir con sumisión. (más…)