Era desempolvar la bici aparcada en el trastero para ir al trabajo haciendo ejercicio. Era bajar la basura por la noche sin miedo, improvisar una tarde de sábado. Era ir a buscar a los hijos al colegio sin poner en riesgo la vida de unos cuantos chavales. Era ir a dar a luz al hospital con la compañía de quien eligieras, no de tu escolta. La paz era esto, sí. Y todavía cuatro años después quienes impedían cosas tan simples siguen sin desaparecer. Todavía hay quien empieza a asumir que aquel fue el peor de los caminos. (más…)