Somos iguales y tenemos derecho a ser diferentes. Y estas diferencias son las que queremos no ya que se reconozcan, sino que se integren. Con lealtad, con solidaridad. Nadie mejor que nadie, nadie por encima de nadie, nadie borrado por nadie. Ése es el proyecto que se dibujó en la Constitución. Ése es el pacto que queremos renovar para que se resuelvan los problemas allí donde se detectan, no para crearlos allí donde los hemos conseguido encauzar. Ésta es la reflexión que queremos hacer desde el socialismo vasco cuando la apertura al diálogo en busca del consenso se intenta teñir de agravios. (más…)