Seis meses

Seis meses

Éramos como el sediento de Antonio Machado, veíamos el agua correr y lamentábamos que nuestra sed no la calmaba el agua. Teníamos sed de libertad.

La Tierra sigue girando y la vida no es siempre un camino de rosas, la existencia de cualquiera está salpicada de pequeños dramas y tragedias, pero la espita de la fuente que nos concierne se abrió un poco más el pasado 20 de octubre, hace exactamente seis meses. No fue una tarde-noche de grandes celebraciones, no bebimos a borbotones, no conviene atragantarse.

Asumimos la nueva tesitura con alivio y cierta alegría, dejamos en el suelo una pesada mochila que nos acompañaba desde hace décadas, aunque no la perdemos de vista. Toca trabajar y alcanzar consensos para que la persiana se baje definitivamente, para cerrar tantas cicatrices, tanta herida y tanta llaga, en la piel y en el alma. En ello estamos. Hacemos camino al andar.

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Idoia, en la red

                         

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