La conquista del techo

La conquista del techo

Bixen Itxaso sabe de techos. Ha escalado los más altos del mundo. Para llegar a ellos ha hecho falta una convicción, fijarse el objetivo, marcar los tiempos, fuerza física y mental, y trabajo en equipo. Tan importante como el esfuerzo propio es el de los que quieren cumplir el mismo objetivo y te acompañan en la expedición. Tan importante como el clima favorable es que la cordada para subir sea firme. Tan importante como las ganas es la paciencia. Y el experto en techos del mundo ha aplicado esa experiencia a los techos cotidianos, a la Ley de Vivienda.

Los preparativos han sido arduos. Ha habido amagos en anteriores legislaturas. Pero los pies de gato nos los pusimos en el Gobierno presidido por Patxi López. Había que acomodarse a cada saliente de la roca. Por eso, la promesa electoral de trabajar en una ley que garantizase el derecho a la vivienda se fue desarrollando poniendo pie en sitio seguro. Iñaki Arriola apostó por pisar terreno firme antes que correr y ahogarse a medio camino. Abrió un proceso participativo inédito en la elaboración de una ley. Ni quienes hacen de la consulta a los ciudadanos el único lema que guía sus políticas pueden exhibir una vía vasca igual. Y quienes tanto gustan de apelar a la ONU para hablar de derechos, deberían recordar que Naciones Unidas premió la forma socialista en la que construir el derecho a la vivienda en Euskadi.

De todo eso salió el proyecto de ley. No fue un impulso de un día en un arrebato izquierdista. Fue una convicción de un partido de izquierdas, progresista, que tiene los derechos como guía de su actuación, y resolver los problemas de los ciudadanos como eje de sus decisiones. No fue un proyecto bolivariano, sino un proyecto que tomaba como ejemplo a la Europa más admirada en España. No fue un proyecto ideado en la pasada legislatura por el Gobierno socialista para intentar fastidiar a un futuro Gobierno del PNV, sino un proyecto pensado para atender urgencias ciudadanas de hoy y evitar esas necesidades en futuras generaciones. No fue un proyecto pensado contra los empresarios de la construcción, sino en favor de los vascos fuera cual fuera su condición. No fue un proyecto pensado contra la propiedad, sino en favor de la dignidad.

Con ese material en el campamento base, había que comenzar a subir. Había que hacerlo desde el principio de la legislatura, si no queríamos perder la oportunidad. Y lo primero era testar a los compañeros de expedición. El Gobierno se descartó, junto con el PP. Pero una mayoría del Parlamento aceptó que había material a aprovechar. Paso a paso, roca a roca, ayer alcanzamos la cima. Con tormentas de última hora incluidas, pero los refugios estaban previstos, porque estaban en nuestra propia determinación.

Para los socialistas ha sido un día histórico. Nos sentimos profundamente orgullosos de seguir siendo imprescindibles en la construcción social de Euskadi. De haber sido quienes diseñamos un modelo sanitario público que fue pionero en España y que garantiza el derecho a la salud a todos los ciudadanos con independencia de su condición económica y social. De haber sido quienes conseguimos asentar un sistema público de educación que permitiera a todos un acceso igual a la formación e integrara a las ikastolas. De haber sido partícipes imprescindibles en el primer plan de la pobreza que ha acabado en un derecho subjetivo a unos ingresos mínimos en un modelo pionero y casi único en España. Y ahora de ser impulsores y gestantes de acuerdos que hagan posible que nadie se quede sin un techo bajo el que vivir, que va a ser una referencia para España y nos homologa al entorno europeo.

Se lo dije al lehendakari en el Pleno de Política General de septiembre. Debíamos pasar del parcheo en vivienda al derecho a la vivienda. Y en este blog escribí en enero, nada más arrancar 2015, que nuestro primer reto este año era culminar estos trabajos. Lo hemos hecho. Más tarde de lo que nos hubiera gustado, pero con más convicción si cabe.

Ahora sólo queda, y no es poco, terminar la tarea. El Gobierno vasco, que no quería esta ley, va a tener que cumplirla. Y los socialistas nos vamos a encargar de conseguirlo, con la misma tenacidad con la que hemos logrado su aprobación. El Ejecutivo de Urkullu debe atender lo dispuesto en las situaciones de emergencia previstas en las disposiciones transitorias. Pero debe trabajar desde ya en los reglamentos que hagan posible, con todas las garantías para sus propietarios, que las viviendas en desuso estén disponibles para familias que lo necesiten.

Por eso hemos citado para el próximo martes a todos aquellos agentes que participaron en el Pacto Social de la Vivienda que ha dado origen a esta ley, y a otros colectivos que han querido participar en la tramitación parlamentaria de la misma. Queremos volver a contar con ellos para seguir desarrollando nuestro trabajo hasta que sea una realidad el derecho que ahora ya, por fin, se reconoce en esta Ley.

Porque, como bien sabe Bixen, tan importante como llegar al techo es regresar con seguridad a la vida cotidiana. Lo cotidiano hoy sigue siendo la realidad de personas amenazadas de desahucios, frustradas por no poder emanciparse, imposibilitadas para tomar la libre decisión de tener hijos o de casarse o de divorciarse porque no pueden asegurarse un lugar en el que vivir esa decisión libre. Este jueves llegamos a la cima en la conquista de un nuevo derecho. Es uno de los hitos de nuestra actuación política. Para eso estamos en las instituciones. Ahora queremos que ese éxito se traduzca en respuestas directas y rápidas. Seguimos trabajando.

2 thoughts on “La conquista del techo
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Bixen

Me has hecho llorar .

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