El padre del nuevo socialismo vasco

El padre del nuevo socialismo vasco

Etorriko da zure soaz heriotza

gor, logabe, alhadura zaharren gisa,

goiznabarretik gauera alboan dugun

ohidura zentzugabe bat bailitzan”.

(Cesare Pavese. Xabier Lete)

Para todos tiene la muerte una mirada. Pero hay veces que se apresura demasiado en llevarse a los mejores. Es así es en el caso de Txiki Benegas. Nuestro compañero, nuestro amigo, se nos ha ido. Y nos deja un enorme vacío en el socialismo vasco que nada puede llenar salvo su propia memoria.

Ir y quedarse y con quedar partirse, partir sin alma, e ir con alma ajena”, decía el poeta. Y es verdad que su ausencia hoy lo llena todo, como niebla de la mañana que cubre todo. Pero Txiki se va sin irse, porque ha sembrado su vida entre nosotros.

Txiki Benegas pertenece a esa generación puente que sufrió las penurias de la dictadura y luego fueron los constructores de la nueva democracia en España. Hijo del exilio, como tantos otros, volvió de niño a su país y conoció las dos caras amargas de la dictadura: la de fuera y la de dentro.

Para mí, Txiki, como Ramón Rubial, encarnó el pacto entre dos generaciones. La de la guerra y la de la Transición. La de quienes vivieron la larga noche de la dictadura y la de quienes despertaron después para levantar un país de derechos y libertades. Y ambos son para los socialistas vascos dos grandes robles que dieron cobijo a todos los que vinimos después.

Militante temprano desde el año 1971, Txiki junto a un puñado de personas comenzaron a reconstruir el Partido Socialista. Reconstruir el Partido Socialista para construir la nueva democracia. Una nueva democracia que lleva inscrito en su corazón el concepto de autogobierno. Participó de forma directa en todas las instituciones de la nueva democracia. Y tuvo también participación relevante en el socialismo español.

Txiki está de forma personal en el origen de todas la nuevas instituciones democráticas. Lo fue todo en el socialismo vasco. Y para las generaciones posteriores deberá ser considerado como uno de los padres del nuevo socialismo vasco.

Cualquiera que analice la trayectoria del socialismo español de los últimos 50 años se encontrará, una y otra vez, con Txiki Benegas: en puestos orgánicos del partido, en puestos institucionales… Pero, sobre todo, en los grandes acuerdos que han consolidado la libertad y la democracia española.

Y es que Txiki siempre entendió la política como un acuerdo. Y eso es algo de especial valor aquí en Euskadi, donde tanta gente fue asesinada, precisamente, por defender la pluralidad de la sociedad vasca, por oponerse a quienes querían imponer al resto su percepción de Euskadi monocolor y monocorde. Txiki entendía Euskadi como una suma entre diferentes y sobre esta idea participó en la construcción de un país, en la aprobación del Estatuto de Gernika, en el desarrollo de nuestro autogobierno…

No voy a enumerar sus logros y responsabilidades porque están en la memoria de todos. En este día triste, quiero quedarme con su principal y más característica obsesión: la defensa de la libertad. Txiki Benegas fue toda su vida un militante de la libertad. De la libertad entendida como libertad de las personas tomadas de uno en uno. Para él la libertad era algo constitutivo de lo humano y por ello algo muy personal aunque necesite de las instituciones democráticas para garantizarlo.

La libertad para Txiki no era una consigna política sino algo vital. La esencia que permite a las personas romper las cadenas de cualquier tipo de imposición. Gustaba de repetir una frase de Tomás Meabe: «mi patria empieza en mí y termina en ninguna parte», como expresión de que cada persona es libre de construir su propia vida sin ataduras ni sometimientos.

Y esa militancia de la libertad se enfrentó primero a la dictadura y luego, al terrorismo de ETA. Fue Txiki el que de forma más clara y temprana vio la esencia de ETA como enemigo de la libertad.

Hoy que Txiki se nos ha ido quedamos sus herederos deudores de su vida. Y al irse todos hemos perdido algo. Pocas veces son tan verdad, como con Txiki estos versos de John Donne: «Ninguna persona es una isla; la muerte de cualquiera me afecta, porque me encuentro unido a toda la humanidad; por eso, nunca preguntes por quién doblan las campanas; doblan por ti«.

One thought on “El padre del nuevo socialismo vasco
desdelaserena

Yo puedo decir que un día tuve la suerte de conocer a Txiki, hace muchos años junto a un amigo, Jesús Egaña, y un jovencísimo Patxi Lopez.

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